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Ekitaldiak

ASKATASUNAREN EGUNA. Los tres frentes

By 24 abuztua, 2018No Comments

El día 15 de Agosto, como desde años venimos haciendo, celebramos el ASKATASUNAREN EGUNA, en Pasajes de San Juan.

La elección de esta fecha conmemorativa esta fundamentada en las victorias del ejército vascón sobre el ejército imperial de Carlomagno (año 778) y la posterior derrota infringida al ejército de su hijo (año 824), gestas que originaron que el pueblo vasco se dotara de su propio Estado para la mejor defensa de su territorio contra las pretensiones de conquista de sus enemigos.

Fue un ACTO POLÍTICO que comenzó a las 12 horas bajo el lema HERRIAK BIZI BEHAR DU; EGIN DEZAGUN ABERRI BIDEA.

Estuvo dividido en tres frentes: el histórico, el ideológico y el emocional. Entiéndase la división como una herramienta para una mejor comprensión del contenido del acto, ya que la división no es real y sólo tiene cabida en el plano cognitivo.

El primero tuvo lugar delante del Humilladero de la Piedad, donde figura una inscripción en recuerdo de la memorable gesta, y donde se dio lectura a un documento con el mismo objetivo.

A continuación, las personas asistentes, que representaban en ese momento al pueblo vasco, ofrecieron un homenaje en tres direcciones: a los que lucharon y murieron para mantener la integridad e independencia de nuestro territorio y supieron establecerse como sujeto político e integrarse en el contexto europeo del siglo IX en forma de reino; a los patriotas que lucharon y murieron en la resistencia al proceso de invasión y agresión armada por parte de las tropas del imperio español, y que intentaron la recuperación del territorio; y a los fallecidos/as que en la permanente y actual situación de ocupación por los estados imperialistas de Francia y España, han contribuido con su entrega a la lucha política para la liberación y reactivación de nuestro Estado, Nafarroa, el Estado de los vascos.

A continuación, y ya en la plaza, se dio paso al segundo frente, el ideológico, en forma de discurso dirigido a todas las personas que anhelan la libertad nacional de Euskal Herria.

Este frente fue el central de todo el acto político, entendiendo la ideología en su más amplio sentido. Porque si bien continuamos sometidos mediante las armas de los estados agresores, sus potentes ejércitos no les han servido ni les sirven para doblegarnos en el plano ideológico. Para ello, dan un paso más en su estrategia de liquidación del pueblo vasco, y se dotan de potentes instituciones que pretenden colarnos como nuestras. Es por ello por lo que en la actualidad la lucha contra el imperialismo está centrada en este segundo frente.

Si el pueblo vasco, después de más de cinco siglos de ocupación territorial ha llegado vivo hasta nuestros días, es porque en los aspectos ideológico y sentimental no ha podido ser aún doblegado por completo por los poderosos enemigos imperialistas, a pesar de sus muchas medidas de presión y opresión.

La desaparición definitiva de nuestro pueblo es el objetivo que persiguen los estados ocupantes. Pero hemos de entender que ese proceso de liquidación se desarrolla en distintas fases, y tenemos que ser conscientes de ello para poder poner en marcha una estrategia válida de liberación nacional. Si observamos desde una atalaya cómo se está desarrollando el enfrentamiento en la lucha ideológica, concluiremos que estamos atravesando por una situación preocupante.

El discurso político, para ser entendido, necesita de determinadas premisas políticas que las estrategias de los estados ocupantes se han cuidado mucho de secuestrar y desviar para introducir la mayor dosis de confusión posible en nuestras filas, y proceder a una integración paulatina hasta hacernos perder nuestra identidad política nacional.

Entre las calculadas medidas más importantes de confusión y embobamiento introducidas con éxito por el enemigo tenemos la de hacernos creer que no estamos en situación de ocupación territorial; la de que nuestro pueblo tiene dos gobiernos como mínimo, cuando no tiene ninguno; la de considerar las elecciones políticas en todas sus formas como propias; la de las ficticias e impuestas divisiones territoriales realizadas por los estados que nos sojuzgan en función de sus bastardos intereses; la de que vivimos en un sistema democrático; la del derecho a decidir, en sustitución y como análogo al derecho de autodeterminación y legítima defensa, cuando el primero de ellos no tiene respaldo jurídico internacional alguno; y una interminable relación con la que podríamos llenar páginas y páginas.

Pero la realidad es que estamos territorialmente ocupados, y mientras dure esta situación, es imposible que nuestro pueblo pueda vivir en democracia. Es necesaria una estrategia de defensa nacional propia, totalmente ajena a los sistemas políticos opresores español y francés.

Estas son las premisas políticas previas que pueden llevar al pueblo vasco a su empoderamiento. Mientras no se asuman estas simples ideas seguirá aumentando la confusión en nuestras filas, pasaremos a ser colaboradores inconscientes en las estrategias de los enemigos, continuaremos dentro de sus sistemas políticos, y el retroceso podría llegar a ser definitivo por integración.

El tercer frente fue el del sentimiento, y con él finalizó el acto político.

Este frente resulta difícil de definir. No sabríamos decir si es racional o intuitivo, o las dos cosas a la vez. Lo más probable es que sea recibido por transmisión en el medio donde vives como leche materna del pueblo. Pero el caso es que las personas lo perciben, lo sienten, y se sienten diferentes.

Aunque contaminado, es el frente menos contaminado, y el de más difícil acceso para los estados agresores.

Insuficiente por sí solo para el objetivo de reactivación, ha jugado y sigue jugando un rol importante a la hora de mantener viva la llama de pertenencia al pueblo vasco. Es el mayor indicio de nuestra existencia, de que el pueblo vasco late, vive.

El sentimiento tiene muchas maneras de manifestarse, pero el 15 de Agosto se hizo de forma moderada, a través de medios y modos que corresponden a nuestro folklore autóctono, a nuestra cultura: bailes, versos y cantos.